Sunday, July 5, 2015

Pope Francis touches down in South America on first official visit

Quito, Ecuador.- “I thank God for being back in Latin America” were the opening words of Pope Francis in his South American tour. The tour that includes stops in Bolivia, Paraguay and Ecuador started off in the Ecuadorian capital, Quito, this afternoon.
On arrival, Ecuadorian president Rafael Correa greeted Jorge Mario Bergoglio  referring to a joke in which Dilma Rousseff had said God must be Brazilian. “If God is Brazilian and the Pope is Argentinian, I am sure Ecuador is Paradise” said Correa as Pope Francis smiled.
The Pope thanked President Correa for the warm welcome in a country where over 85% of the population identify as Catholic. His speech was brief as he focused on South America and the issue of inequality as well as calling for dialogue in a nation that has seen a series of protests for the past 3 weeks over inheritance tax bills.
As he left the airport’s tarmac, the Pope was greeted by thousands of people lining the roads that wanted a glimpse of the charismatic church leader. Monica Cabezas was one of the people that waited over 4 hours to get a glimpse of the Pope and described the few seconds she was able to see him pass as "surreal". 
Jorge Mario Bergoglio will head to Ecuador’s largest city, Guayaquil, tomorrow morning and will come back to Quito on Tuesday to address thousands of worshippers in mass before heading to Bolivia.


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Wednesday, June 25, 2014

En Ecuador el racismo lo practica la hinchada



Las cervezas y un partido convierten a todos en Directores Técnicos, incluso después de la última victoria ecuatoriana frente a la selección de Honduras.

Mientras tratamos de entender el por qué la jugada, el tema se vuelca a los jugadores.  Después de más cerveza, sale la indignación del anfitrión al leer un status de Facebook  que había escrito una amigo en la euforia de la victoria.

- “Bien mis niggas”, leía mi amigo en voz alta.
- “En Ecuador para recibir respeto cómo Afro, debes patear un balón”respondió otro amigo.

El “sí se puede” dicto una narrativa desde el 2002, año de nuestra primera clasificación. Cada ecuatoriano creyó en sus sueños por descabellados que parezcan. La clase social ya no era un impedimento para alcanzar metas. El tener a 11 jugadores que representaban el esfuerzo, disciplina y en algunos casos los sectores con mayor marginalización, la narrativa ecuatoriana parecía cambiar.
12 años después, la narrativa de marginalización no ha cambiado realmente. 12 años y  nuestro talento para discriminar  se resiste al cambio.   

Ese racismo arraigado y naturalizado está tan dentro de nuestra narrativa que ni siquiera nos damos cuenta. Cada vez que confrontamos actitudes racistas encontramos los clásicos ejemplos bajo los que se escuda esta práctica:

“A mi me robó un negro”.
“Pero es que los negros discriminan”.
“Todos los negros son vagos”.
“Solo sirven para jugar fútbol”

En el 2008 conté con la visita de un buen amigo congolés que vino un año a Ecuador hacer voluntariado. Vi directamente cómo los guardias lo seguían en locales pensando que entraba a robar, cómo le negaron la entrada a centros comerciales y cómo un taxi jamás paraba en la calle. A tres años después de este censo, la discriminación que sufrió mi amigo seguía latente.

Ni siquiera caemos en cuenta del peso de nuestras palabras, para nosotros son naturales. El racismo es parte de nuestra  sociedad y lo mostramos hasta en gestos enraizados en nuestra cotidianeidad. Cambiamos de calle cuando vemos un afro, cerramos nuestros carros, evitamos contacto visual. En Brasil 2014, desde nuestras salas infantilizamos a jugadores de élite.

Costa de Marfil y Ghana no cuentan con Essien, Gyan, Drogba, Touré. Se convierten en “negritos” mientras alentamos en sus partidos.

Se convierte en jugadores anónimos tal cual nuestro set mundialista de legos con los que jugábamos de pequeños. Todos son negritos. No tenemos en cuenta sus apellidos, sus nacionalidades ni sus trayectorias.  Es muy diferente cuando alentamos a selecciones cómo la uruguaya (Vamos Suárez) o la francesa (¡Vamos Benzema!, ¡Vamos Ribery!)


En el 2005, un artículo de Diario Hoy  menciona que un 10% de ecuatorianos se declara abiertamente racista. Cuestiono si es solamente un 10%. Cuestiono si en 9 años hemos cambiado y somos conscientes de nuestras actitudes racistas día a día.  ¿Será que Brasil, cómo país multicultural nos dará una lección ?
  
Con el escándalo de “Todos somos macacos  uno pensaría que la FIFA va a tomar en serio su rol para evitar incidentes cómo el de Alves a mayor escala. Incluso se puede ver en la cancha: “Say no to racism” (Di no al racismo)

Brasil se enorgullece de su población diversa y lo restriega al mundo en la cara. Ciertos paises reciben el mensaje, ciertos cadenas de noticias hacen Eco de Alves y tienen los ojos pelados frente a esos incidentes. La FIFA investiga a la hinchada Alemana por la burlas de caracter racista en el partido Ghana-Alemania.

En Ecuador Encuentro estos mensajes de apoyo en redes sociales.




Resulta que para Ecuador el racismo no lo vivimos en la cancha extranjera cómo lo vivió Alves, o Touré.No entregamos quejas y exigimos investigaciones a la FIFA. En Ecuador, perpetramos el racismo cómo hinchada, en casa al equipo que decimos que queremos.

Apoyo que se siente normal. Infantilizar a la pobreza y a una imagen que no refleja realidades ni de las comunidades Afro en Ecuador ni de África. Reducir a jugadores profesionales, destacados a nivel internacional a una postal de miseria. Ese es el apoyo que damos a nuestros “negritos”.

¿Realmente es solo un 10% del Ecuador abiertamente racista? ¿Los que no aceptamos ni nos clasificamos cómo racistas…nos  damos cuenta de nuestras palabras, el uso de peyorativos, nuestro lenguaje corporal programado basado en estereotipos? 
 
Nos gusta reclamar por nuestros derechos violentados en España, EEUU y Bélgica. Contamos indignados la historia de discriminación sufridas pero ni siquiera tomamos en cuenta nuestro rol cómo perpetradores de racismo en nuestra cotidianeidad. No importa si lo hacemos en nuestro entorno de amigos, a puerta cerrada.

 Ese eco nos sigue desde siempre y las redes sociales en el 2014 solo prueban ser un megáfono de nuestra ignorancia.

Friday, December 6, 2013

El robo y la ingenuidad del viajero

Escribo esto después de ser uno de esos viajeros que paga su ingenuidad y falta de conocimiento en $$. Hoy en día me encuentro entre los egresados universitarios que empiezan una vida sin ayuda económica de mis padres. No me quejo, ya que me ha hecho valorar más mi dinero y el sacrificio que uno realiza para obtenerlo día a día.
Principalmente mi emancipación económica es la que me hace arder en rabia el pesar que he gastado cerca de 20 USD- en un lapso de 4 horas-  solamente  en comida  en Tababela. Comida mala al pensar que no tenía opción cuando SI la tenía.
Cuando mi vuelo salió sin mi, me resigné a comer en el aeropuerto, ya que no contaba con tener que pasar tantas horas y no traer nada. Mi sorpresa fue el ver que mis únicas opciones eran Friday´s con precios más altos -la regla en cualquier aeropuerto del mundo- y Johny Rockets, una "franquicia" que me suena a puro cuento.
Una hamburguesa cualquiera y 5 haros de cebolla me costaron 11 USD. La sed que la misma me causó me provocó comprar un jugo de naranja de 2.25, lo que pagaría en un centro comercial en Quito por jugo fresco.
No sabia del Airport centre al frente con opciones de centro comercial de Quito con los mismos precios y un MundoMac con el peor servicio al cliente. La rabia es conmigo misma. Debí explorar el Airport centre a pesar de que la chica en el counter de información me aseguró que si venía aquí lo único que haría sería perder información de mi vuelo, cuando pregunté que era el airport centre solo me dijo que había Wifi.
Si tan solo la chica mencionaba el KFC, las cosas serían diferentes ahora....

FUI UNA COMPLETA INGENUA. tres continentes visitados y ni siquiera así aprendo.

Pero cómo dicen los de la filosofía de la chulla vida, el primer sueldo fijo es feria.

Solo que si me molesta ver precios dignos del aeropuerto de Schipol en Holanda por un servicio de mierda y comida de mierda en el tercer mundo. Eso no màs.

ahora si, que siga el aburrimiento y el consumo sin sentido.